crecimiento personal

Muchas personas al llegar a la consulta me preguntan si los que les pasa es serio y si sus problemas tienen solución.

Estoy convencida de que si se sabe cómo son las etapas por las que pasa el crecimiento y la evolución de las personas se van a tener herramientas para entender mejor las crisis emocionales

Tanto mujeres como hombres estamos definidos por cuatro sistemas que se interrelacionan entre si.

Somos seres bio-psico-sociales-espirituales y vamos desarrollando en nuestra vida diferentes estados de conciencia, estados, que son las lentes con las cuales nos percibimos y percibimos la vida.

Nacemos con un estado de INDIFERENCIACIÓN.

Somos un todo con el mundo.

Es un estado de extrema sensibilidad y vamos aprendiendo a diferenciarnos de los demás y conociendo el mundo, a través de personas que asumen la “Función materna”, que no es exclusiva de la madre, sino que cualquier persona que se ocupe del bienestar del bebé puede cumplir esta función.

Durante el primer año de vida los bebés van diferenciándose , aparecen la sonrisa y el llanto cuando ven a otras personas y van adquiriendo más destreza motriz que les permite ir ampliando su conocimiento del mundo y de sí mismo

Vamos pasando al YO SOY . Alrededor de los 2 años creemos que todo lo que necesitamos o deseamos nos pertenece: MIO.

Es la época de los ” berrinches”, de pegar o empujar a los otros niños y poco a poco va apareciendo una incipiente empatía que va iniciando el proceso de SOCIALIZACIÓN, a partir de los cuatro años

La capacidad de socialización se despliega y vamos aprendiendo las normas sociales de interacción con los demás y tomando conciencia de lo que se espera de nosotros. Este proceso caracteriza la etapa de ESCOLARIZACIÓN que va desde los seis a los 12 años

Es en la ADOLESCENCIA, cuando se da una gran crisis biológica, psicológica y social.

Aparece la capacidad de valorar la sociedad, la necesidad de ejercitar la libertad y la autonomía, la búsqueda de QUIÉN SOY YO y en este momento de gran cuestionamiento general aparece la necesidad de la espiritualidad para encontrar respuestas a todas sus grandes preguntas.

Luego de pasar por la fase biológica, psicológica, social y espiritual, cada persona

sale al mundo con un determinado estado de conciencia con el cual inicia su camino en el mundo de los adultos.

Podemos decir que la vida adulta comienza a partir de los 20 años y teniendo en cuenta la teoría de Rudolph Steiner, se va dando un camino de evolución a través de nueve septenios.

La vida adulta la inicia el Cuarto Septenio

CUARTO SEPTENIO: de 21 a 28 años

En este momento se desarrolla la sensibilidad, el dominio personal y la creatividad.

Comienza el un ciclo en torno al eje de. la vida social y laboral.

Se terminan los estudios y las capacitaciones que focalizarán su futuro.

Es un período de experimentación, de tener vivencias variadas, diferentes viajes, diferentes trabajos, diferentes parejas.

Hay una búsqueda de validación a través de los amigos y de la carrera.

Vamos a ir amoldándonos al mundo que nos está tocando vivir, adueñándonos de los espacios que habitamos. Se va abriendo un mundo que vamos a ir conociendo y adaptándonos a él.

QUINTO SEPTENIO: de 28 a 35 años

A los 28 años cesa la inspiración y comienza la transpiración, ya no es sólo talento, se necesita hacer esfuerzos para lograr los objetivos.

Es el momento de hacerse cargo de la vida con lo forjado anteriormente, a empoderarnos a través de nuestro propio mérito y esfuerzo, ya que ahora dependemos de nosotros mismos.

SEXTO SEPTENIO: de 35 a 42 años

En este momento nos remueve el concepto de “autenticidad”, tenemos la capacidad de reconocer que no somos perfectos y tampoco los demás.

Vamos asumiendo lo que nos va pasando y lo que está pasando a nuestro

alrededor.

En este período, frecuentemente, se vivencia el perdón hacia los padres.

SÉPTIMO SEPTENIO: de 42 años a 49 años

Aparece la capacidad de poder mirar más lejos de las cosas, sin quedarnos atrapados en ellas.

Se discriminan los hechos con más objetividad y desapego.

Aparece un brote de energía creativa, que nos ayuda a cambiar y transformar nuestra vida para que ésta represente nuestra autenticidad.

OCTAVO SEPTENIO: de 49 a 56 años

Aparece una energía de introspección que nos abre la puerta del autoconocimiento.

Nos preguntamos si estamos haciendo lo que tenemos que hacer y qué podemos hacer todavía.

NOVENO SEPTENIO: de 56 a 63 años

Tendemos a hacer una síntesis de lo vivido hasta ahora.

Tenemos la capacidad de hacer los duelos por lo que ya no podremos hacer y poder reparar los vínculos que son importantes para nosotros.

Se toma conciencia de todo lo positivo que hemos logrado a lo largo de nuestra vida, reconocemos nuestras capacidades y bondades.

DÉCIMO SEPTENIO: de 63 a 70 años

UNDÉCIMO SEPTENIO: de 70 a 77 años

DUODÉCIMO SEPTENIO: de 77 a 84 años

DECIMOTERCER SEPTENIO: de 84 a 91 años

Estos últimos septenios, ofrecen la oportunidad de poner la sabiduría adquirida a disposición del mundo.

A medida que vamos creciendo pasamos por una primera fase biológica, la que da paso a la psicológica, la que da paso a la social.

Pasamos de estar centrados en nosotros, a tener en cuenta a los demás y al mundo circundante.

La dimensión espiritual es la que aparece cuando podemos profundizar dentro de nosotros mismos e ir más allá de la realidad que percibimos con nuestros sentidos.