Hemos pasado ya el primer trimestre de 2022 y siguen apareciendo situaciones imprevistas a nivel global
que nos afectan y desequilibran.

Cuando parecía que la pandemia estaba siendo controlada, la naturaleza mostró su gran poder a través de
volcanes, grandes tormentas, claros cambios climáticos y fenómenos atmosféricos pocas veces vistos.

Nuestra ilusa omnipotencia humana, va cayendo y vamos viendo la gran potencia de la naturaleza.

Las sorpresas continúan y aparece una guerra, no en los confines de nuestro mundo, aparece en las
puertas de nuestras casas y estamos conmocionados.

La guerra nos muestra la capacidad de destrucción que tenemos los seres humanos, sin importarnos nada
más que el ansia de poder, aplastando al más débil sin importarnos su sufrimiento.

Vemos de cerca el poder destructivo de la guerra todos los días en los informativos, sentimos miedo,
tristeza, inseguridad, impotencia.

Tomamos conciencia más que nunca que nuestro futuro depende no sólo de nosotros sino de personas y
acontecimientos que están fuera de nuestro alcance. Sentimos nuestra estabilidad amenazada. ¿En qué o en
quienes confiamos?

Las relaciones interpersonales con compañeros, familiares o pareja continúan sus derroteros y pueden
aparecer conflictos que se resolverán con mayor o menor celeridad.

Hay conflictos personales que emergen o se hacen conscientes por el estado de fragilidad emocional en
que nos encontramos.

¿Qué hacemos?

  • Diferenciar los problemas que tenemos. Aquellos en los que tenemos la capacidad de solucionarlos de
    los que su resolución no depende de nosotros.
  •  No entrar en el mecanismo de la Negación, o el de la Preocupación Constante, que tiende a la obsesión.
  • Reconocer si las emociones negativas que sentimos son producto de factores externos que las
    desencadenan o si siempre han estado presentes y se están haciendo evidentes ahora.
  • El poder hablar y reflexionar sobre todo esto ayuda a procesar los conflictos y encontrar las soluciones.
  • Conectarse con la “Confianza Básica” en uno mismo y en la vida

De esta manera encontraremos funcionamientos psicológicos para enfrentar los problemas y resolverlos
de la mejor manera posible paso a paso, ya que la sabiduría se despliega en el proceso.

Si solos no podemos podemos pedir ayuda profesional.

Recordemos que en toda crisis hay dos posibilidades, hundirnos y ahogarnos en ella o trabajarlas y
aprender.