Aunque todas deberíamos estar agradecidas del movimiento que logró la igualdad legal entre hombres y mujeres, muchas mujeres se asustan por toda la mala prensa que se ha creado en torno a esta palabra, especialmente de ciertos sectores que atacan a las mujeres feministas acusándolas  de feas, hombrunas resentidas, injustas, haciéndolas olvidar que el feminismo sólo pretende defender sus derechos.

Se han derramado muchas mentiras sobre el movimiento pro igualdad de la mujer.

Aquí desenterramos algunas de las falacias.

El feminismo es obsoleto y además innecesario porque las mujeres ya han conseguido la igualdad.

Qué más quisiéramos. A pesar que las sufragistas empezaron a reivindicar los derechos de la mujer hace más de un siglo, en España se ha conseguido la igualdad legal, en la Constitución Española hay un solo elemento discriminatorio que es el relativo a la sucesión de la corona, en el expresa la preferencia del varón sobre la mujer. Sin embargo la posición social de los varones en cuanto al uso del tiempo, la calidad de vida y autonomía es cuatro veces mejor que la de la mujer.

El feminismo ha conquistado la igualdad legal, pero aún no ha ganado la mayor de las batallas, la que hace referencia al comportamiento y mentalidad de la sociedad. Puede que ya las mujeres no tengan que echarse a la calle dando gritos para pedir justicia, pero todavía tienen que enfrentarse a maridos que se niegan a compartir con ellas las tareas domésticas y el cuidado de los hijos, jefes que pagan hasta un 30 por ciento más a sus empleados varones, empresas que consideran los embarazos de sus empleadas como graves faltas disciplinarias, jueces que disculpan malos tratos, acosos y violaciones acusandoles a ellas de provocadoras, spots publicitarios empeñados en representar una imagen femenina estereotipada.

Machismo feminismo que mas da son dos posturas igualmente radicales.

Ni soñarlo, no tienen nada que ver una con la otra. Según la Real Academia Española, Feminismo es una movimiento que exige para las mujeres iguales derechos que para los hombres y Machismo: es una actitud de prepotencia de los varones respecto a las mujeres.

El feminismo persigue la igualdad, el machismo la supremacía masculina. El primero busca el respeto al prójimo, ya sea hombre o mujer, el segundo sólo a sí mismo y desprecia todo lo que huele a femenino.

El machismo es opresivo, castrante, estrecho, autoritario, limitante del desarrollo de las mujeres. Atrofia la afectividad de los hombres y la racionalidad de las mujeres.

El feminismo lucha por un ser humano nuevo, integral, total, sin limitaciones para su crecimiento personal.

El machismo propicia la adulteración de los sentimientos, el ejercicio de la violencia, la irracionalidad y el abuso.

El feminismo es progreso que enriquece a toda la humanidad. Persigue que en lugar de hombres machos y mujeres sumisa existan seres humanos solidarios.

La mujer que hoy no consigue lo que quiere es por que no tiene ganas de trabajar ni de luchar.

Está más que demostrado que la mujer es quien más estudia y con mejores notas se licencia, quién más oposiciones laborales aprueba, quién mejores currículums formativos presenta.En definitiva, la que más lucha para llegar a la meta.

Sin embargo sus logros no suelen estar a la altura de sus esfuerzos: el paro femenino sobrepasa al masculino en más de un 20%, las universitarias que trabajan ganan un 30% menos que sus compañeros y consiguen menos ascensos que ellos.

A igual mérito y preparación, un empresario prefiere contratar a un hombre, porque presupone que ella sufre mayor absentismo laboral ( las cifras oficiales demuestran justo lo contrario).

Todo esto teniendo en cuenta que además de su trabajo tienen que hacerse cargo (el 70% de las ocasiones) de las tareas domésticas, el cuidado de los hijos sin la ayuda de sus parejas y sin el apoyo estatal.

Un estudio de Instituto de la mujer asegura que para alcanzar un determinado puesto de trabajo, la mujer debe esforzarse cuatro veces más que un hombre. Y esto que ya de por sí es discriminatorio ni siquiera garantiza conseguir ese puesto en las mismas condiciones que un hombre.

Mujeres la unica categoria que importa es la de seres humanos.

Parece que hay unos seres humanos más humanos que otros, y parece que las mujeres son de peor calidad que los hombres, esto se desprende del trato que se les ha dado a través de la historia.

Ciertas políticas, escritoras, empresarias, aseguran que todo lo que se haga específicamente para favorecer a la mujer por positivo que resulte es discriminatorio, y ellas no están dispuestas a entrar en ese juego. Esta postura es insolidaria y egoísta.

Quienes por suerte o por mérito propio han logrado conseguir algunos privilegios, no quieren permitir que al resto de sus congéneres se les facilite la labor, olvidan que las mujeres en general encuentran un hombre, por ello necesita ayuda específica para paliar todas estas dificultades..

La verdadera ideología feminista es estar en contra de los hombres

Las mujeres tienen padres, que afortunadamente e inevitablemente son hombre, paren hijos varones, se enamoran de hombres y hasta incluso se casan con ellos. ¿Quién puede decir que las mujeres que luchan por sus derechos odian a los hombres?

Las mujeres con su lucha no pretenden eliminar a los hombres, sino la ideología y las costumbres que los convierten en seres opresores.

Busca también transformar la conciencia social respecto a las mujeres, modificar las relaciones que se dan entre mujer y hombre, adultos y niños en el seno de la familia.

El feminismo es nocivo porque se opone a cierta moral y ética que propone la iglesia.

Esta es una verdad a media. Hay que tener en cuenta que la iglesia católica no ha hecho nunca gala de gran comprensión hacia a las mujeres (otras religiones mejor ni hablar). Se opone sistemáticamente al control de la natalidad, al derecho de las familias alternativas, al goce sexual, a la ordenación de mujeres sacerdote. Incluso en los cursillos de preparación al matrimonio, aún recomiendan la sumisión y obediencia al esposo.

La moral, en algunos de sus componentes, es la cristalización de la cultura colectiva y universal. En otros aspectos la moral es una expresión de los intereses de las clases dominantes . En ella se reflejan todas las relaciones de poder social, incluyendo el poder del hombre sobre la mujer.

La moral predominante retrata y valida la jerarquía entre los sexos. De hecho hay dos códigos morales: uno para el hombre y otro para la mujer. Es lo que llamamos doble moral.

El código moral sexual para las mujeres plantea negarles el derecho del placer sexual. Reclama fidelidad, inexperiencia y sumisión .

El código sexual para el varón reclama de este experiencia, ofrece espacio para el pleno disfrute sexual y aplaude la infidelidad.

El feminismo se opone a la hipocresía de la doble moral. Propugna que toda moral esté basada en las necesidades de la gente, en la cooperación, solidaridad y afectividad.

El feminismo quiere que se aplique una sola moral a toda la gente. Una moral que ayude a establecer mejores relaciones entre las personas. Pero sí una sola moral para todos. De modo que un acto sea juzgado en razón del acto mismo y no a partir de los genitales de quien lo ejecuta.

Puestas a elegir entre feminismo y feminidad, cualquier mujer normal se queda con la última.

Qué es feminidad, esta es una condición innata a la mujer, por el simple hecho de serlo.

Una mujer es femenina por naturaleza, se considere feminista o no. Pero el término tiene una connotación ( acuñada por los hombres) que indica una postura de mujer determinada: es dócil, resignada, obediente, que cruza las piernas al sentarse y sólo se preocupa por esta mona. Se confunden, esto no es femenina es ser sumisa.

No resulta incompatible defender los derechos de la mujer y  a la vez ser femenina. Porque tan femenino es estar interesada por la moda, la estética y la literatura como por el deporte, la política o el automovilismo.

El matriarcado impera en muchas sociedades como la vasca y la gallega de que os quejais.

Realmente ningún antropólogo tiene claro que haya existido una sociedad matriarcal. Asegurar que las mujeres son las reinas de las casas y “que detrás de un gran hombre hay una gran mujer” es no decir nada.

Al contrario este tipo de estereotipos, limitan el papel social femenino al entorno doméstico y maternal e impiden la liberta necesaria para realizarse en otros espacios en los campos en el que está el verdadero poder que es en el campo político, financiero, periodístico.

La verdad es que si hay grandes diferencias entre hombres y mujeres ¿Donde están si no las grandes escritoras, músicas o científicas?

Efectivamente hay grandes diferencias históricas entre hombres y mujeres, ellos tuvieron total acceso a la educación y libertad para desarrollar sus conocimientos y dar rienda suelta a su creatividad, ellas no.

Las mujeres que en su día pudieron estudiar y tuvieron el suficiente valor para dar a conocer su sabiduría tuvieron el suficiente valor para dar a conocer su sabiduría tuvieron que disfrazar su nombre con otro de varón:

Aurora Dupin (George Sand), Marion Evan (George Elliot) Cecilia Bohl de Faber (Fernán Caballero) Las hermanas Bronté (señores Elli Currer y Acton Bell) y hay más. Lo que no hay son hombres que maquillaran su nombre con un seudónimo femenino para poder conseguir un lugar en la historia.

Las feministas son las malas madres. En la maternidad suelen ser descuidadas y poco cariñosas.

La maternidad se disfruta con alegría sólo cuando es deseada.

Las feministas si reclaman el derecho a controlar ellas su actividad reproductiva. Los hijos deben tenerse cuando una los desea. Sólo así tendrán garantizado un ambiente afectivo agradable y saludable. Deben tenerse cuando es un común acuerdo con el compañero, no cuando el hombre lo impone o cuando Dios lo quiere..

El feminismo propugna que la maternidad no limite a las mujeres en su realización personal en el trabajo, el estudio, la labor política o social.

El cuidado, la atención y el amor hacia los niños no deben recaer sólo en la madre sino también en el padre y en toda la colectividad. Esto no significa que la madre ame menos a su hijo.

Al contrario lo amarán más porque para ser madre no habrá tenido que sacrificar todos sus sueños y metas personales… Significa que el niño recibirá una gran cuota de amor, afecto y cuidado provenientes no sólo de la madre, sino que el padre se convertirá en un humano más tierno, más completo, más afectivo.

Las feministas son unas histéricas.

Cuando un hombre protesta simplemente defiende una postura, cuando lo hace una mujer se convierte en un histérica.

Este es el insulto más común hacia las mujeres en general y a las feministas en particular, pero no es el único.

La descalificación del feminismo alcanza cotas absurdas:

  1. Que son feas y por eso no quieren a los hombres porque los hombres no las quieren a ellas.
  2. Bobas, solo dicen tonterías.
  3. Hombrunas, en un libro de ética homologado por el Ministerio de Educación dice que las feministas tienden al lesbianismo.

En definitiva, muchas mujeres se ha tragado la bola de que el feminismo es algo trasnochado. Pero una cosa sí está clara, el machismo goza de muy buena salud y no cesa en el intento de enterrar el movimiento pro igualdad como algo desagradable, para mantenerlo en guetos irrisorios e inoperante.